Una herencia Centenaria. "Los Chíngueles"

El primer reportaje de nuestro proyecto "Con Tradición" será para esa costumbre, heredada de nuestros antepasados, para la navidad. "Los Chíngueles".

Actualmente lo forman personas de dentro y fuera de la asociación cultural. Todos del pueblo. El instrumento principal, la gaita. También, en la actualidad, son dos gaiteros los que saben dichos villancicos para tocar.

A continuación les mostramos el primer reportaje "Con Tradición" y el texto del mismo:


En nuestro primer reportaje, desde Pobladura, le vamos a hablar de una tradición con más de cien años, “Los chíngueles”.

La palabra “chíngueles” es el nombre que dieron en su día en Pobladura de Aliste, y que aún conserva el conjunto de instrumentos que acompañan musicalmente a los villancicos que se cantan en las celebraciones litúrgicas de Navidad, Año Nuevo y Reyes.

El grupo está compuesto principalmente por la gaita de fole, que es la que dirige la orquesta, acompañada en los estribillos por el tambor, y entre otros, las castañuelas, pandereta, almirez, botella de anís, etc.

Este conjunto, manejado sabiamente por las personas de la localidad, deleita las celebraciones de este tiempo litúrgico.

Son ya más de 100 años, concretamente 106, desde que en el invierno de 1906, el entonces párroco de la localidad Moisés pintado con la ayuda del sacristán Rafael Fernández y el gaitero Baltasar Vaquero, comenzaron con la creación de los villancicos, sus ritmos y tonadas. A las que, en ese mismo año, todo el conjunto instrumental, comenzó la andadura de esa costumbre que año tras año conservamos. Abuelos y nietos, padres e hijos han pasado esa herencia cultural que hace más especiales las celebraciones navideñas.

Durante décadas, párrocos y gaiteros junto a las demás personas que participaban con otros instrumentos, preparaban estos villancicos, siendo un amplio repertorio el conservado.

Personas ilustres del pueblo participaron en esta tradición, como es el caso entre otros, de los gaiteros Enrique Lorenzo, Pedro vega, Francisco Matellán, y José Pérez padre e Hijo. Ellos y muchos más fueron los responsables de que ahora tengamos esta herencia.

Finalmente también reconocer el mérito del coro que acompaña estas tonadas, poniendo el broche de oro a las celebraciones.

Con un propósito de mantener esta costumbre tan especial, la emoción que provoca poder recibir esta gran herencia, poder volver a escuchar de nuevo otro año “Los Chíngueles”, hacen cierta cada año la necesidad de volver a casa por Navidad.


Bibliografía: centenario de los chíngueles (libreta informativa), por A.V.
Texto de J.S.

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